Monday, 28 February 2011

"Hola:

Si, sé que pasó demasiado tiempo pero eso nunca fué un problema para nosotros, aunque puede que ahora lo sea. Igual hoy tengo la necesidad de escribirte.

Han pasado muchas cosas desde que decidí alejarme, algunas muy buenas y otras no tanto. Hasta donde deberías saber, mi hermana finalmente se decidió y ahora estamos esperando que todo evolucione de la mejor manera posible. Mis viejos como siempre, rezongando pero buscándole la vuelta. Creo que entendiste la relación que llevamos y sabés que si de alguien saqué el valor de continuar sin importar cuán difícil parezca, es de ellos.

Y a mi, bueno, jamás me arrepentí de la decisión que tomé. Sigo lejos, acá donde volver a empezar se hizo posible después de vos (y de todas esas cosas que me motivaron a moverme de lugar). Siempre quise agradecerte por no ser egoísta, aunque eso implicara este alejamiento. O quizás lo que debería agradecerte es la honestidad.

Como sea, sólo quería que sepas que todavía te pienso, cada vez con menor frecuencia, pero resulta que cuando algún mal de amor ronda mi pecho, me es inevitable recordar nuestras charlas y lo bien que me hacía tenerte cuando estabas ahí para contenerme. Y hoy te extraño. Hoy me hace falta tu reto, tu palabra, tu abrazo y tu risa para cambiarme este estado de melancólía y convertirlo como solías hacerlo, en el momento en que todo puede ser mejor. 

Nadie supo cambiarme el ánimo como vos, nadie sabe como sacarme de esos enrosques eternos de negatividad y mala voluntad en los que me veo envuelta a veces y que me quitan todo poder de reacción.

Vos sabés que soy una persona mas bien mesurada para algunas cosas, pero cuando pierdo el control de las situaciones, hasta que me ecuentro es como una marea de pensamientos que hoy debo guardarme porque ya no estás para desenredarlos.

La verdad es que he dejado de necesitarte, he dejado de amarte, pero no de recordarte y recordar lo que fuiste para mí; y es por eso que hoy tengo estas ganas de que sepas de mi, aunque no quiera saber de vos.

Suena contradictorio, pero pensalo así: si te hablo y ya no huyo, es porque he superado algunas cosas. Huir es lo que mejor me sale. No sé si te acordás. Creo que lo aprendí de vos. Aunque por suerte lo que no pudiste pegarme es esa manía de no saber como terminar algunas cosas. Hoy creo que ya no sostengo más.

Y en este particular caso es aquel de quién te hablé, supongo que lo recordás. Bueno, sí, tuviste razón y la realidad me golpeó de frente. No te gustaba que me ilusionara y tenías esa capacidad de saber cuándo iba a salir lastimada y de qué manera. Sabelo, esta vez no fue la excepción.

Y yo no necesito tu respuesta porque sé lo que me vas a decir: Titi, le ponés mucha expectativa a las cosas!

Bueno, era sólo eso. Espero que estés bien. Que por fin hayas decidido hacerte cargo de cortar el pasado, de llevar adelante un futuro y que por lo menos a veces, muy de vez en cuando, todavía te acuerdes de mí.

Besos S.

Titi."

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