Y el masoquismo es mi único aliado a la hora de abrir los ojos y ver aquello que ya no quiero. Necesitaba esa mirada que dice lo que los labios no se animan.
Dos miradas distintas en el mismo lugar, en el mismo momento. Una buscando refugio sobre la confusión, buscando respuestas en mi, respuestas que yo no estoy dispuesta a dar. El que quiere algo de mi, que lo pida, yo NO voy a decirle a nadie lo que sus ojos muestran.
La otra mirada buscando la manera de disimular porque no quiere lo que es, porque evita lo que pasa entre sábanas.
Vete, vayansé. No tengo tiempo para negados y cobardes. No tengo ganas de eneseñar. Quiero que me cuiden y me den aquello que merezco, porque doy y tengo tanto más para dar que el solo hecho de pensar que me reprimen me agobia.
Más.
Y ver y sentir, sentir para decidir, decidir para actuar. Y la acción por omisión se trasforma en un recurso.
Vete, vayansé-
and I need to be loved, just like everybody else does...
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