Por qué todavía creo que de un momento a otro aparecerá en mi puerta.
Los más melosos de los sueños que sé que él puede lograr. Esas rosas y esos juegos. La paciencia y la histeria hechas impulso. Tres mensajes de corrido después de una corta tarde que no queríamos dejar ir y el recuerdo de muchos planes y promesas hacen que yo avale que todavía extrañe. Él creyó que serían.
Es momento de que me diga que se dió cuenta que desde aquel momento su vida cambió, sus deseos y anhelos cambiaron, o se reforzaron. Que él entendió que había algo que tenía que hacer.
Y que me abrace y me diga que está perdido, aunque sabe el camino y tiene todas las herramientas hay algo que no lo deja avanzar y es mi ausencia.
Pasaron dos cortísimos años y no hay errores que borren algo que nunca fue.
"There's nothing else I can really do..."
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