Monday 31 January 2011

¿Somebody...

En periodismo existe lo que llamamos las 5 W (y la H). Es un método a base de preguntas que deberán responderse para tener los hechos completos de una historia. Las Ws corresponden a preguntas planteadas en inglés y son:

- Who is it about? - ¿Sobre quién?
- What happened (what's the story)? - ¿Qué pasó (cuál es la historia)?
- When did it take place? - ¿Cuándo pasó?
- Where did it take place? - ¿Dónde?
- Why did it happen? - ¿Por qué pasó?. Esta es condicional, porque no siempre se sabe el por qué. Inclusive a veces se escribe para investigar el por qué.
- How did it happen? - ¿Cómo pasó?

Yo trasformo y adapto esta fórmula pero para averiguar si me estoy enamorando. Las preguntas me responden en qué estado sentimental estoy cando la situación lo requiere.
Y son:

- ¿A quién citas con frecuencia en tus coversaciones?
- ¿Qué te imaginás haciendo con él?
- ¿Cuándo lo extrañás más?
- ¿Dónde lo ves o lo reflejás con más frecuencia?
- ¿Por qué pensás en él? recordemos la condicionalidad de esta pregunta.
- ¿Cómo te cambia el humor -si es que tiene ese don-?

Sé exactamente cuáles deben ser las respuestas para contestarme finalmente si me estoy poniendo melosa o simplemente estoy aburrida y necesito en quien pensar. Y es que con al pasar del tiempo uno empieza a entender mejor qué es lo que está buscando y las dudas se acotan a un campo más específico. Igual, no es que esté buscando, es que, cuando suceda, quiero estar segura de que realmente... encontré.

... to love?

Friday 28 January 2011

No cita, no

Ése sábado nos mensajeamos durante horas de aburrimiento y ocio de los dos. Nos pasamos el día inventando bobadas para decirnos hasta que, ya tarde, después de la cena, me mandó un mensaje pidiendo respuesta pero no entendí y lo llamé. Media hora antes me había invitado a salir y ese mensaje nunca me llegó. Capaz debí notar la señal, pero con él yo nunca leía entre líneas, todo era sincero y sin estrategias ni dobles sentidos, así que en la charla telefónica arreglamos nuestra salida.

Yo ya tenía mi pasaje al infinito y más allá así que era época de salidas de despedidas: ésta sería una de ellas. Sin más motivos y con una noche de sábado sin mucho que hacer, me preparé para esta NO cita. Debo reconocer que me cambié de ropa al menos dos veces porque no me convenció mi primer intento y, aunque no tenía la necesidad de producirme demasiado, no implicaba que no quisiera estar bien como siempre quiero estar; situación que en sí misma me pone algo tensa, no es que estuviera nerviosa, no. No había motivos para estarlo. Opté por uno de mis comodines -esos conjuntos que todas tenemos en el placard para esas noches en las que no tenemos idea y que sabemos que no nos defrauda. Era tan impensada la posibilidad de que algo pasara que hasta me puse un pantalón de esos tan difíciles de desabotonar que te arruinan cualquier situación romántica.

Llegué temprano, si. Nuestro lugar de encuentro era una estación de servicio ubicada estratégicamente entre los dos caminos que separaban nuestras moradas. Entré al baño, fui al store a comprar puchos y chocolates y salí. Me prendí un cigarrillo y ví llegar un cero km polarizado. Me asomé para ver como estaba el especímen que manejaba (así soy yo), pero me encontré con él en su interior. La verdad es que él se jactaba de tener un auto chico y viejo que nunca lo dejaba en ningún lado hasta que lo dejaba: arruinado pero tierno. Me acerqué y entré al polarizado. Abrazo y beso fraternal, le di uno de los chocolates, mismo saludo de siempre.

Después de intercambiar dos palabras miré a mi alrededor. Le pregunté por qué el cambio de vehículo y me dijo que su hermano le había dejado el auto el finde y que se le dió por usarlo. Pero seguí indagando con la mirada y noté que él estaba particularmente vestido. Camisa, saco, jean oscuro y si, sus zapatillas de siempre (aparentemente le había tomado más tiempo que a mi esto de arreglarse); además el auto olía a perfume de hombre (¿acaso él usaba perfume y yo nunca lo había notado?).

'Estas lindo hoy,' le dije con una sorisa. Pero su sonrisa en respuesta fue condescendiente y con un dejo de desilución. Puso música, arrancó el auto y me llevó.

El plan era helado y city tour por zonas que él creía yo no conocía y debía conocer antes de partir. Entonces, primer parada: heladería. Dimos un par de vueltas en el auto hasta que estacionamos frente al río. 'Ése río que tanto te gusta,' según suele decir él. Música, charla, helado, más charla, preguntas sobre mi futuro y mis decisiones (que en definitiva era el motivo de nuestra reunión) bueyes perdidos y nosotros en su búsqueda. Todo el mundo quería explicarse por qué me estaba yendo y él no era la excepción.

Todo congeniaba para parecer una cita, y para ser sincera cada vez que miraba más allá de nosotros y lo que éramos, me sentía en una. Por momentos me arrebataba una sensación de intimidad que me ahogaba en cosas que ni siquiera podía imaginarme. Hasta en un momento él estaba hablando vaya a saber uno de qué, y yo me imaginé besándolo, pero al instante mi mente se rió y seguí con la charla.

Después del prometido city tour por varios barrios bonaerenses, la siguiente parada fue un bar, y ahora sí, un lugar nuevo para mi. Se ve que él era habitué porque entró saludando. Nos sentamos, pedimos cervezas y maní y seguimos con más de nuestras interminables charlas. Es que cuando estaba con él podía decir la primer ganzada que se me cruzara sin miedo a que piense nada. Y cuando estoy con alguien que me deja ser, puedo ser más interesante que ante la auto-censura de posible vergüenza. Las horas se pasaron y nosotros nos reíamos de todo. Hasta en un momento se le escapó que aquellos a los que saludó al entrar, le habían dicho que su acompañante era muy linda. Jamás se había referido a mi de esa manera ni siquiera en palabras de otro. Traducción: le había gustado que lo vieran conmigo. Más cosas nuevas para mi esa noche.

Ya habíamos acordado que dormíamos en la misma casa: o me llevaba a la mia y se quedaba o íbamos a la de él. Estábamos demasiado al sur de todo, y cansados, decidimos ir a la más cercana: la suya. Llegamos y más música. Nos tiramos en el sillón a abrazarnos y aunque la música seguía sonando, en mi pecho se hizo un silencio. Yo sé que todo parece romántico, pero no lo era en absoluto. Era cálido, simple, tierno, fraternal, pacífico, seguro... Pero no romántico. No hubo de esos besos, no hubo sexo. No fue una cita, fue una noche más de esas que pasaba con él, otra de esas noches en las que reafirmaba que era él, que siempre iba a ser él y que no había nada más.

Eso fue realmente una despedida. Fue la última vez que fuimos nosotros como solíamos ser, la última vez que le dije que lo quería con el corazón y sin prejuicios, mirándolo a los ojos. Y fue la última vez que me sentí realmente deseada y querida. Es loco como a la distancia uno se da cuenta de sentimientos que no reconoce en el momento en el que nacen, y cómo el recuerdo los dignifica.

Thursday 27 January 2011

Rabbit heart (Raise it up)

Encontrar nuevas canciones en el momento que se las necesita es una sensación enriquecedora. Revolver en la mente con la melodía de algo que podría haber salido del propio espíritu y que explica vehementemente lo que uno mismo no entiende.

Reflejarse en letras y sonidos es revelador, porque en el punto en el que la canción genera la inflexión del pecho, es donde duele y donde el cuerpo está pidiendo decisión. Entender por fin cuál es la pena.

Un bajo retumba en la nuca, los rasguidos se escurren por la espalda y los agudos erizan la piel. El mundo se apaga para dejarme ser la que canta.

Encontrar esa canción es como encontrar el amor. Sonrisa y expectativa al unísono.

Midas is King and he holds me so tight...

Tuesday 25 January 2011

Under Pressure

Ultimamente he experimentado el arte de la elaboración de café Expresso con mis propias manos. ¿A cuál me refiero con Expresso? Al elaborado directamente de granos recién molidos para deleite del paladar del cosumidor. He desarrollado mi técnica en su producción para consumo masivo y para socavar ansias de aquellos que sin su dosis de cafeína, harían que la economía mundial colapse en un cerrar de sus ojos ya que desarrollo esta actividad uno de los puntos neurálgicos financieros mundiales. Por eso es absolutamente necesario que el café que se llevan de mis manos sea poderosamente efectivo. Menuda responsabilidad me he cargado en hombros.

El mecanismo es simple: se extraen aproximadamente 7gramos de café molido que se vierten en un cacillo. Éste luego se ajustará a la cafetera que dejará caer agua hirviendo. No olvidar colocar una taza debajo del cacillo para obtener el preciado producto final.

Esos son los pasos básicos pero resulta que en la producción uno se puede encontrar con varios tips que hacen que el café se adapte al gusto de quien lo consume. La clave de los mismos está en la presión que uno ejerce sobre el café al colocarlo en los cacillos. Por ejemplo, si se presiona demasiado antes de ponerlo en la máquina, el agua hervida pasará con dificultad por entre el café y hará que el producto final sea mas fuerte en intenso; en cambio si no se presiona lo suficiente, el agua simplemente caerá y lo que se obtendrá será un líquido sin mucho color ni mucho sabor.

También podemos encontrarnos con cambios de resultado según el horario en el que se prepara. A la mañana con las primeras tazas, suele pasar que la máquina todavía está en estado de letargo y es mejor no presionar demasiado porque sino, estaremos años esperando que una gota de agua hecha despertador caiga en las mismas. Más entrada la tarde y con más agua habiendo corrido bajo el puente, se pueden manejar mucho mejor tiempos y sabores.

He aprendido algo que jamás creí que me iba a interesar pero encontré que como todo en la vida, la experiencia es aplicable. Por más que lleve ya un tiempo aprendiendo y practicando, y por más que entienda perfectamente el proceso y sus necesidades, el resultado no siempre es el mismo. Y es aquí donde me toca confesar que todavía en muchas situaciones no sé decidir cuándo hacer presión y con qué intensidad y cuándo simplemente... dejar fluir.

Seguir buscando el justo equilibrio es la prioridad ante esta responsabilidad adquirida..

 Why can't we give love that one more chance...

Wednesday 12 January 2011

Romantic Comedy

Una de las noches que salimos Zooe, Celine (la otra motivadora de este blog) y yo -ah ¿que todavía no me presenté? Me pueden decir Titi- tiene una historia particular. Por lo general vamos a distintos lugares motivadas por distintas temáticas depediendo de la fauna que nos puede ofrecer el sitio. En este caso era una fiesta de los ´50 en un bowling en el centro de la ciudad de Londres, donde actualmente las tres residimos. Y por nuestra parte, para ponerle ´nuestro´ toque temático, las tres decidimos salir en tacos, cosa no muy frecuente y podría decir hasta anecdótica.

Una vez en el lugar, calorcito veraniego de fondo, la prometida fauna comenzó a aparecer: chicas con sus vestidos al vuelo, lunares, pelos enrulados para arriba, pañuelos, labios rojos y pestañas muchas y robustas.
Ellos también estaban listos para el rock de revoleo de pata: Jeans achupinados, camisas, corbatas finitas y botones desabrochados mostrando camiseta blanca. Después de unos tragos la música empezó a acompañar a la vista y sonaron esos clásicos que escuchaba con mi papá y que inevitablemente me hacían moverme como si él me estuviera haciendo girar y yo tuviera 12 otra vez.

Entre bailes aparece un peculiar personaje en escena que inmediatamente captó mi atención. Aunque no sabría decir muy bien por qué. Capaz la camisa con arabescos rojos adentro del pantalón, capaz el corbatín alredeor de su cuello y no sobre el de la camisa, tal vez las zapatillas de lona grises que evidenciaba haber sido blancas en algún momento, tal vez su sonrisa de inexistente labio inglés que tanto me tienta. El caso es que dicho personaje finalmente se acercó a hablarnos y con todo su acento de Lord Británico (¿tengo que agregar adjetivos a eso? no creo) nos empezó a hacer las típicas preguntas que se hacen acá como de dónde eramos y qué hacíamos, bla bla... Mientras en el interín y de a poco, iba soltando movimientos de baile tan o más peculiares que él. Es muy gracioso cuando un hombre baila haciéndose el sexy sólo para hacer reír a una mujer, y éste sabía exáctamente como hacerlo.

La charla era complicada por la música y me preguntó si quería ir a fumar afuera. Salimos Zooe, él y yo y sentados en la vereda, nos confesó que él no fuma, que sólo quería tomar un poco de aire (guiño, guiño). Ahí nos enteramos de que se llama John (con apellido totalmente traducible al español, lo que me encantó vaya a saber uno por qué) y que es actor de comedia; según él desempleado e independiente sin mucho para contar de eso, aunque pasado un tiempo y bajo investigaciones internísiticas, descubrí que tuvo un micro en una de las cadenas de televisión más conocidas de Inglaterra (menudo modesto). La charla fue muy amena, demasiado para mi nivel de inglés y mi poco poder de atención a lo que decía... Mencioné el acento, no? Me costaba mucho focalizar. En fin.

Luego de varios bailes y charla y esa sonrisa, y de haberme ya desayunado de que lo de comediante le vestía perfectamente bien, llegó la hora de la retirada. Cuando las miradas de saludos de despedida se empezaron a cruzar, John nos propuso ir a una plaza a beber del alcohol que llevaba en el bolso (y dicho sea de paso, no era lo único que tenía ahí, yo creo que esa bandolera atesoraba todas sus pertenencias de ´valor´). Zooe, ni lerda ni perezosa, accedió mientras Celine agotada por una larga jornada, se retiró.

Nos quedamos en dicha plaza cerca del lugar. En realidad en la esquina, porque la plaza a esas horas ya estaba cerrada y tras varios intentos de John por saltar la reja sin resultado positivo, la decisión de quedarnos fuera fue inminente. Él había llegado a la fiesta con motivo de la despedida de soltero de un amigo, pero le importó muy poco abandonar el evento para poder convidarnos de su Jack Daniels en lata y caliente, recién sacado de un día de trajín. Mientras bebíamos el tópico de la charla fue "diferencias entre levante inglés y argentino" y Zooe, otra vez a la vanguardia de la situación, le empezó a  explicar a John cuáles son los movimientos que un hombre debe hacer para ganarse a una chica argentina. Y fue en ese exacto momento en que todo se trasformó en una de las experiencias espontáneas más románticas de mi vida.

"Ok, lo voy a intentar," nos comunicó luego de varios cruces y diferencias. "Vos tirame letra y yo encaro," le reclamó a Zooe.
Y así fue. Se alejaron ambos de mi, cuchicheaban, se reían a unos pocos metros casi lindando la calle mientras yo aguardaba en la vereda. John se preparaba subiéndose los pantalones, arremangando su camisa y trasformando su cara con mueca de ceja orgullosa y labio al costado a lo ganador nato. Me miraba y a paso de macho cabrío me increpaba con alguna frase.
"Soy dentista, puedo examinarte la boca con un beso?" Yo me reía. 
"Soy como el león, me garcho a las mujeres y después las dejo." Ok, ésta no fue muy sutil y se lo hice saber así que no le quedó otra que volver a intentarlo. A la esquina otra vez en la búqueda de los consejos de Zooe. Y volvía...
"Soy muy buen besador, puedo saber si vos también lo sos?" Y la respuesta no se hizo esperar.
"Si, podés llamar a mi ex y preguntarle," le contesté entre risas.
El pibe no tuvo mejor idea que sacar su celular y simular una conversación con mi ex, momento bizarro si los hay. Nosotras le preguntábamos qué le decía mi ex.
"Nada, me pregunta de dónde saqué su teléfono." Yo dije que era un personaje.
En fin, las frases de macho en levante se sucedían y con cada una sus brazos se sentían más seguros sobre mi cintura, hasta que llegó la última de la práctica profesional hacia ser un argento piratón.
"Te ví desde que entré, eras la chica mas linda del lugar," por supuesto yo no paraba de reírme hasta que me abrazó suave pero firme con su brazo izquierdo rodeando mi cintura y su mano derecha sosteniéndome la nuca, dejando rozar su barbilla con mi mejilla derecha. Me quitó el aliento.
"Si no dejas de reirte te doy un beso," afirmó entre susurros y evidentes nervios (de ambos). Instantanemante mi risa se hizo silencio y corrí la cara a un costado de la suya para poder mirarlo a los ojos. John me seguía sosteniendo y no parecía querer dejar que el espacio se interpusiera entre su cuerpo y el mio. .
"¿Estás actuando?" Yo ya no sabía dónde encontrar el límite entre el comediante y el hombre.
"Te voy a besar."

Y el sólo recuerdo de ese beso me trae una sonrisa tan plena que me hace hasta sonrojar de lo cursi que sueno.

Minutos después estábamos de la mano yendo a tomarnos el colectivo y cambiando números. La historia ternina con una novia pesada pidiendo segunda oportunidad justo la semana siguiente a la que nos conocimos; pero dejenmé quedarme con este recuerdo ya que el romanticismo se puede presentar de maneras muy infrecuentes y está bueno saber reconocerlo.

Monday 10 January 2011

Love Ridden

Debo confesar que he mentido varias veces. Suelo querer ser el reflejo de lo que siente el compañero de turno, y suelo suponer que ese reflejo debe ser el de la despreocupación y el libre albedrío. ¿Qué quiero decir con esto? Que digo que estoy de acuerdo con una relación libre y sin compromisos cuando mi corazón nunca está preparado para definir el futuro después de un par de noches de desvelo. Yo necesito saber que puede haber mañana, que si a alguien se le escapa un "te quiero" es porque siente que soy algo más que jadeos en su vida. Y los abrazos, ¿alguien puede abrazar con calor a un otro a quien sólo desea visualmente y no sentimentalmente? Yo me pierdo y no sé distinguir entre la relación casual y el principo de un compromiso. Yo me engancho como un abrojo a la idea de enamorarme y me envuelvo sola mientras mi boca dice lo que supongo el otro quiere escuchar. Aunque tengo ganas de decir lo contrario. Pero nunca puedo.
Es un dilema para mí porque pienso que si hoy es pasajero y carnal, mañana puede ser futuro y cariño. Pero no. Nunca lo es.

 ... I want your warm, but it will only make me colder when it´s over...

Sunday 9 January 2011

Men at work


"Quizás sea porque no la hay, son todas excepciones a las reglas.
Yo sólo se que quiero uno que abrace mucho, que sepa mirar a los ojos y decir te quiero. Que me haga reir mucho, que haga que los silencios nunca sean incómodos y que de besos ...
espontáneos. Que acepte como soy y mis elecciones de vida, aunque no necesariamente tiene que adoptarlas.
Excluyo a fumones y borrachines, que no pasan a mi ronda final. jajaja
y ya que estamos en selectivas, que sea alto y morocho.
Ahora me va a resultar inevitable analizar a los flacos que veo por la calle ajajaja"

"Yo estoy viendo casi famosos ahora y quiero un cronista; que le brillen los ojitos cuando hable de sus bandas y defina los momentos por canciones y que cuando sea viejo y panzón vuelva a tener quince en sus discos, como Rosso. Y que escriba aguafuertes de cada ciudad que hagamos nuestra."

"Yo Quiero al Que tengo, Que no tiene profesión.. nunca lo voy a poder reemplazar. :("

No hay nada mas inspirador que las amigas y más cuando evidencian estar pensando en lo mismo que yo y lo expresan tan bién.
Con respecto al punto, yo quiero un músico, no importa que sea profesional, pero ellos tienen esa dicotomía sencible-ruda que me hace brindarles mi total atención. Porque para mí es fundamental que el sujeto desarrolle algo que yo pueda admirar y tenga algo que pueda enseñarme.
Y ya que estamos, yo quiero que me mire con sonrisa, que me diga que no cuando deliro, que me toque un tema y creemos un momento íntimo sólo para nosotros. Quiero que sepa discutir mas no pelear, que tenga siempre argumentos que me hagan pensar y un buen vocabulario para refutar mis locuras. Que se ría mucho y que me haga reír. Que quiera mirar una peli y después salir a emborracharse. Que tenga sus tiempos y me permita mi ostracismo de vez en cuando. Flaquito pero agarrable y que cuando me abrace su hombro sea mi refugio ideal. 
Ah y que no tenga miedo de la palabra futuro.

¿Qué se puede decir a modo de conclusión?

" yo les comentaba a las chicas que siempre había querido salir con un ingeniero civil... construir puentes y autopistas me parece sexy. Luego vino la discusión de que si no será que construyen cosas grandes para compensar por cosas que... tienen chiquitas...
Y para qué hablar tanto al pedo, si al final sabemos que nos atraen los músicos y los nerds, y si son un toque psicópatas, mejor todavía. :/"


Dime con quien andas...

Friday 7 January 2011

Here with

Hoy me di cuenta de que mis últimos intentos de relación fueron todos a escondidas, ocultándonos por miedo vaya a saber uno a qué (al qué dirán es la hipótesis más probable).
Hoy me di cuenta de que ya no quiero más eso, de que quiero ir de la mano sin mirar quién nos mira, de que quiero "te quieros" espontáneos y no censurados por la visón ajena de sus significados, de que quiero corazones por todos lados que me saquen sorisas.
Hoy recordé que alguna vez pensé que si algo se gesta como secreto es porque supone algo malo, y no quiero eso nunca más. Si mi próximo intento de relación planta esa base, no vale la pena el esfuerzo

... Oh I am what I am, I do what I want, but I can´t hide....

Thursday 6 January 2011

Wednesday 5 January 2011

Take me by the hand

Cuando voy caminando por la calle y alguien me pasa por alguno de los costados, por un segundo acelero el paso como queriendo seguir a esa persona. Es instintivo, nadie quiere caminar solo.

... take me somewhere new...

Saturday 1 January 2011

Days of Summer

Hoy extrañé a mi Summer. Escribí sobre Él pero hay tanto para contar que no puedo, porque extraño más. Ya no debería doler, pero la sonrisa que traigo cuando pienso en Él no envuelve más que un profundo suspiro que inclina el labio con mueca de desilución y resignación.
Hoy extrañé a mi Summer y duele, porque Él no me extrañó.

Time it was, and what a time it was, it was. A time of innocence, a time of confidences. Long ago it must be, I have a photograph. Preserve your memories; they´re all I let you.

A Woman´s right to...

¿Será tiempo de hablar de mis propias experiencias y sentimientos? Es que es un tema tan simple que es complicado de abordar. En definitiva capaz está bueno empezar por la manera en la que me veo muchas veces a mi misma.
Y como todo ya está inventado y así también expresado (o por lo menos los temas clásicos de la paranoia moderna y yo no soy un caso de laboratorio, por el contrario, soy una más entre tantas) en vez de gastar mi precioso tiempo en describir, me inclino por dejar que el ejemplo hable.