No debería haber habido primera cita, pero por alguna razón, después de esa despedida incómoda tuve la necesidad de verlo. Un día antes de que todo terminara, o realmente empezará (todavía no lo puedo definir).
Había que verse en otro contexto, más casual y natural, como si pasáramos por alto que esa no era nuestra vida real juntos; imaginar por un momento que nuestras vidas por separado se juntaban y nos dejaban jugar a la cotidianeidad de lo que podría ser si no viajáramos en contra de la despedida inevitable.
Almuerzo, descanso de trabajo para él, escapada improvisada de la cuenta regresiva para mi. El mismo lugar que nos dejó ser de noche, ahora a plena luz del día, ante la mirada de los que ahí pertenecen hoy más que yo, aunque me volví a sentir parte.
Caminar, charlar, mas de esos besos, más de esas caritas de pesar sonriente. Melancolía por adelantado y la necesidad de detener el tiempo. Sí, estábamos jugando, pero esta vez a ser nosotros mismos. A conocer expectativas y sueños. A charlar de cosas que podrían ser nuestras decisiones conjuntas, pero pensadas por separado. Panchos y Coca, sol, la sensación de que algo estaba bien.
Y por eso la cosa se ponía peor que antes. Él trataba de convencerme de quedarme y entre dientes planificaba el próximo paso. Yo me negaba. Aunque no podía dejar de sonreír frente a su presencia, sabía que no.
Con vista a río, abrazados, entre un silencio de segundos, lo sentí. Su mirada y sus caricias no decían lo mismo que sus palabras, decían todavía más y yo empecé a dejar de entender el por qué de ese no. Empecé a necesitar equilibrio entre acciones más allá de una bonita velada. Empecé a necesitar que esas palabras tuvieran validez a travez de un ticket que nunca se emitiría. En ese punto sabía que así sería aunque envuelta en la situación no lo quise reconocer.
Y le di la espalda nuevamente, ahora sí por última vez. Y todo terminó, o todo empezó. O simplemente sucedió, como parte de un paréntesis que ninguno de los dos está dispuesto a cerrar. Que los celos, la desilución por falta de iniciativa y el desequilibrio de etapas hagan el trabajo sucio por nosotros...
Qué otra cosa podemos hacer...
No comments:
Post a Comment